Tal fue el revuelo causado que incluso se llegaron a realizar carreras de drones pilotados con el cerebro. Aunque parezca algo propio de una película de ficción, todo apunta a que esta será una tecnología que verá la luz muy pronto de la mano de una empresa catalana. Está creando una tecnología capaz de leer la mente de las personas.

Lo cierto es que la investigación con dispositivos de este tipo no es algo totalmente nuevo. Tan solo hay que recordar la imagen en el cine de una persona con decenas de cables a su alrededor, conectados al cerebro.

En la década de los años 20 del Siglo XX,  Hans Berger, un reputado psiquiatra alemán, descubrió la tecnología de electroencefalografía en personas. Esta tecnología funciona colocando una serie de electrodos en el cuero cabelludo, los cuales se encuentran a su vez conectados a un amplificador que recoge las ondas electromagnéticas, registradas por un ordenador.

Gracias a estos patrones neuronales los científicos pueden conocer de manera precisa cuál es el comportamiento del cerebro en determinadas ocasiones, como el sueño.

Visyon (Grupo MediaPro), está trabajando actualmente en unas gafas de realidad virtual HTC. Las gafas tienen incorporado un sistema de sensores de Neurable, una empresa que se dedica al desarrollo de herramientas de neuro-tecnología, capaces de interpretar cuáles son las intenciones que tienen las personas. Y no solo eso: estas herramientas también miden las emociones, e incluso aportan control del mundo digital a través de la telequinesis. Los sensores están implantados en unas lentes de Tobii, una compañía de Suecia que se dedica al seguimiento y control ocular.

Por lo tanto, se trata de un armatoste que a simple vista puede resultar de lo más extraño, e incluso causar miedo. Pere Pérez, el CEO y fundador, asegura que en apenas tres años la tecnología será real.

En un primer momento, pensar en una máquina que pueda leer la mente de las personas puede resultar aterrador, pero los expertos consideran que tendrá una gran utilidad en el futuro. Además, creen que se podrá aplicar en un amplio abanico de campos, como la medicina o la biología, por ejemplo.

Los sensores cerebrales detectan distintas frecuencias que emite el cerebro, las cuales se corresponden con los estados de la mente: estrés, relajación, concentración… Por el momento las frecuencias son muy básicas, pero actualmente la empresa está trabajando para conseguir que los sensores sean capaces de descubrir cuál es la intención.

Pere Pérez explica que el futuro de los sensores cerebrales va mucho más allá de simplemente determinar cuál es el estado de relajación o nerviosismo de las personas. Podrán detectar cuál es la intención de hacer algo, como elegir entre A o B con la mente.

La compañía catalana empezó su trayectoria en el ámbito de la tecnología trabajando con la realidad aumentada y virtual hace ocho años, cuando este sector todavía estaba “en pañales”. Ahora mismo es una de las empresas tecnológicas más punteras a nivel nacional, investigando los sensores cerebrales y cuáles pueden ser sus aplicaciones.

Por el momento, el casco se apoya en gran medida en la detección de las pupilas, complementando así la detección de los sensores cerebrales. Se trata de una nueva tipología de lenguaje digital, conocido como BCI, con la que la empresa catalana está empezando a trabajar con el objetivo de diseñar diferentes interfaces que los usuarios podrán controlar con su mente.

Visyon ya está empezando a trabajar con este dispositivo innovador y revolucionario para su aplicación en el ámbito industrial. Pere Pérez explica que llevan trabajando aproximadamente un año con esta tecnología, fabricando diferente prototipos. Uno de los que mayores opciones tiene es el que se combina con un simulador de carretillas industriales.

De esta forma los usuarios pueden alcanzar un nuevo nivel de interacción, así como realizar otras acciones con su mente al tiempo que están conduciendo la carretilla. Además, de esta forma la empresa puede conocer de forma precisa cuál es el grado de capacitación de los empleados para el manejo de la carretilla. Si a través de esta tecnología percibe que el trabajador tiene ansiedad cuando tiene que hacer una maniobra, se entiende que no debería manejar esta maquinaria.